El amor y los millennials

El amor y los millennials

En este mundo globalizado el amor también evoluciona. Esas relaciones duraderas que se creían perfectas, ahora se ponen en entredicho. 

Muestra de eso son los millennials, generación que abarca a los nacidos entre 1980 y el 2000, unos jóvenes cuyo concepto de amor se ha reinventado. Son aquellos que han consolidado la firme idea de que ‘nada es para siempre’ y que ‘de eso tan bueno no dan tanto’.

Contrario a las anteriores generaciones, estos jóvenes no anhelan una relación estable o los hijos. Para ellos lo más importante es su realización personal, el ‘aquí y el ahora’, poder vivir experiencias como viajes o estudios que los consoliden en sus profesiones.

“Nos enseñaron que los cuentos de hadas eran un ideal, crecimos pensando que un amor debía ser perfecto para que valiera la pena. Pero el problema es que aparte de nuestras grandes expectativas, crecimos en una sociedad globalizada en la que rompimos esas fronteras físicas, en las que sabemos que hay más personas por conocer. Así que, cuando conoces a alguien y este sujeto tiene fallas, pues terminan y sigues en esa búsqueda del ser perfecto. Para nosotros es más sencillo decir adiós”, explica Catalina Villalba, de 23 años. 

Para muchos expertos los millennials se adaptan rápidamente al cambio, pues nacieron y se criaron en él. Pasaron de ver películas en DVD al internet, películas online y múltiples plataformas. Y dejaron los teléfonos para ser usuarios de celulares.

Sin embargo, unas de las más grandes inquietudes es qué buscan estos en el amor. Pues algunos incluso manifiestan tener miedo al compromiso o a los hijos. “Creo que el mundo ahora no está en el mejor momento para pensar en traer niños o en casarse. Además tengo prioridades mayores, primero quiero ser alguien en la vida”, dice Laura Morales, de 20 años, estudiante de comunicación.

Y es que hasta las dinámicas del coqueteo han cambiado. Por ejemplo, hoy, si una chica se decide a avanzar —demostrando interés o invitando a una cita—, no solo vale, sino que se interpreta como una mujer segura de sí misma, lo que en otros tiempos, habría sido encasillada.

 

Para la psicóloga de Casa Matria, Estefanía López, esto se da por la facilidad que brindan estos medios, en los que se entablan conversaciones virtuales que los aleja del rechazo. “Con mi experiencia me he dado cuenta que se sienten más seguros expresándose a través de medios virtuales, y por eso es el auge de estas plataformas. Sus conversaciones llevan emojis o gif. Para ellos ese contacto virtual les evita exponerse a una respuesta negativa”.

Hemos hablado con algunos millennials para preguntarles qué quieren en el amor y entender sus perspectivas. ¡Ojo! no aplica para todos.

Dulce, pero no empalagoso

Generalmente es difícil cumplir con las expectativas de las personas, pero en el caso de los llamados millennials quizás mucho más. Ellos buscan que su pareja sea el top entre las demás, que sea detallista pero no intenso, celoso pero no psicópata, ahorrativo pero no tacaño y amable pero no coqueto. En pocas palabras, el combo completo.

Actualmente es muy duro estar completamente a gusto con una persona. Uno todo el tiempo está conociendo a alguien mejor y si hay ‘feeling’, uno sin dudarlo dos veces elige al mejor”, dice Alejandra Gil, modelo de 19 años. Esto no es algo negativo, pues para muchos es un reflejo de su crianza. “Se trata de aquello con lo que hemos crecido.

Nuestros abuelos aguantaban cosas malas sacrificando su felicidad. Ahora queremos una persona que, si bien, no es perfecta, logre ser un balance”, dice Daniel Ruiz, ingeniero de 26 años.

Primero el yoyoísmo

Para las generaciones jóvenes, formar una pareja se parece más a un resultado de quererse y de apoyarse en proyectos individuales. Una relación no implica renunciar a algo, sino ser compañeros.

“Nuestros padres, quizás, dejaron muchos sueños a un lado por construir el futuro. Ahora nosotros queremos vivir más el momento, la gente muere todos los días, debemos principalmente buscar nuestra felicidad y realización personal. Amarnos a nosotros mismos no es algo malo”, asegura Martín Restrepo, de 27 años.

Los millennials son la primera generación de hijos que han visto de cerca el empoderamiento de la mujer. Ellos han tenido madres trabajadoras y, otros crecieron sin la presencia de alguna o ambas figuras paternas. Para suplir esa situación ellos mantuvieron entretenidos con actividades y guarderías. Están acostumbrados a buscar ambientes en los que se realicen. Así que una pareja deberá compartir sus gustos, expectativas y sueño, pues en caso de decidir, primero eligirán sus prioridades.

Likes = te amo

La diversidad de plataformas digitales les han permitido a las personas de esta generación abrirse, relacionarse y conquistarse de una manera diferente a la que tradicionalmente conocíamos.

Aplicaciones como Tinder (sitio para conocer personas) les ha facilitado mucho el contacto y la interacción. Pero ojo, muchos reducen el amor, la confianza, el interés y la lealtad en likes, comentarios y emojis.

Por ejemplo, la cantidad de fotos que suban juntos o el número de likes es proporcional al cariño o respeto que se le tiene a la persona.

Un amor 50-50

La economía de los millennials está regida por las vivencias, experiencias personales, viajes y compartir aventuras con amigos o con la pareja sentimental. Es así que, según los expertos, para estos jóvenes invertir dinero en el futuro no es primordial. Pero esto no es malo, son solo diferentes maneras de pensar.

Ellos han buscado realizaciones personales. Si quiere conquistarlos, busque la división y reconocimiento por su individualidad. Pues muchos están de acuerdo con las dinámicas del miti – miti o las cuentas divididas que permiten romper un poco con el ‘machismo’. Para Alejandra Gil, “las mujeres, ahora, estamos más empoderadas, no queremos sentirnos humilladas económicamente. Somos independientes y queremos una relación que sea de apoyo mutuo”.

Sin # o etiquetas

Otra de las singularidades de este grupo es el no compromiso o libre de ataduras. Estefanía López, psicóloga, explica que uno de los motivos por los cuales estos jóvenes propenden a que las relaciones sean abiertas o a no poner etiquetas, es el temor a las libertades cohibidas. 

La psicóloga resalta que además estos consideran que la palabra “compromiso” implica “comprometer” su libertad. Hay una nueva configuración en las relaciones de pareja. Entre las personas de 40 y 50 años había una prevalencia por el matrimonio pero las nuevas dinámicas ahora han cambiado esa concepción.

Open mind

Experimentar

Su concepto de relaciones es más abierto y flexible, para Catalina Villalba, “aunque todavía el tema de la sexualidad sigue siendo un tabú, muchos hemos cambiado ese pensamiento y al hablar de sexo somos más abiertos, nos dejamos llevar más por el sentir y las experiencias. No reprimimos nuestros deseos. Entendemos nuestra sexualidad como algo positivo, así que no le damos rodeo y simplemente lo disfrutamos”.

En materia sexual, en una encuesta publicada por la Universidad de San Diego se evidenció que los millennials, entre 18 y 24 años, tienen menos encuentros sexuales que la generaciones de sus padres, y son más proclives al sexting, pornografía y a la satisfacción a través de aplicaciones.

Esto es quizás ocasionado por el uso de las nuevas tecnologías que, en ocasiones, distancia los encuentros. “Los medios tecnológicos, aplicaciones y nuevas tendencias de relacionamiento cultural hacen que encontrar pareja o mantenerla sea más difícil”, explica la psicóloga Claudia Ramírez, quien considera que en ellos si hay un deseo de compromiso.

Sin embargo, su visión en cuanto a las citas varía. Ahora los encuentros, cuando se dan, suelen ser menos románticos como en generaciones antiguas.

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